Monday 6 April 2020

Días 20,21 y 22: Cartas al hospital.

 (Por Whatsapp)
- Dani, ¿te puedo llamar?
- Si, claro...cuando quieras
(El móvil suena a los 5 minutos y lo cojo al instante...)
- ¡Hola! ¿Qué tal, cómo estas? ¿Cómo va tu madre?
- Hola, Sara...pues bien, intentando llevarlo como podemos. Mi madre mucho mejor, gracias...ya no tiene fiebre y apenas está cansada, todo va mejor, ¿tú qué tal?
- Yo bien, también, gracias. Te llamaba porque necesito que me des el contacto de una profesora porque necesito hablar con ella para una iniciativa sobre unas cartas que estoy poniendo en marcha entre los alumnos de mis clases...
- Ahora te lo paso, pero, un momento...¿en qué consiste la iniciativa?
- Pues están escribiendo cartas para los pacientes de coronavirus ya que están muy solos porque solo pueden recibir la visita de un médico al día. Ellos las escriben, me las envían y después yo las enviaré a los hospitales por correo electónico.
- ¡Qué bien! Y..¿qué te parece hacerla extensiva a todo el instituto?, puedo hablar con mi compañera de Orientación y ver como lo hacemos...
- Pues me parece genial, Dani...yo te puedo pasar los contactos de los hospitales, si quieres...





...


    Con esta conversación de hace ya unas semanas, con una profesora de uno de los institutos donde trabajo - actualmente comparto funciones en dos institutos -  de no más de 10 minutos, comenzó una de las mejores - y más bonitas andaduras - en mi corta experiencia como Orientador educativo pues, entre nuestras funciones, está la de adaptarnos a la realidad del contexto sociocultural donde se sitúa la institución educativa en la que nos encontramos y, a través de esto y aprovechándolo, llevar a cabo acciones con los distintos integrantes de la comunidad educativa, con el objetivo de hacer lo que, en definitiva, estamos llamados a hacer...educar.

    Y esta iniciativa, tenía todos los ingredientes necesarios: adaptada a la situación que estamos viviendo, destinada a enseñar y desarrollar valores tales como la solidaridad, empatía, tolerancia, etc., involucra y anima a la comunidad educativa a colaborar por un bien común, etc. Por todo ello - descubierto y mucho más que nos quedaba por descubrir -  en cuanto colgué el teléfono me puse a hacer llamadas a mis compañeras de ambos institutos para ver como podíamos articular la iniciativa - ¡Qué chulo, Dani!...pues si quieres podemos hablar con los/as tutores/as y hacerlo con su ayuda, ¡Me parece genial!, quizá podamos hacer un documento para pasarle a los/as tutores/as y que se lo pasen a los/as alumnos/as,... - y una serie de propuestas de distintas compañeras, que no hicieron más que apoyarme en esta iniciativa. 

   Y es que, una de las cosas que me he podido percatar en esta trayectoria en el mundo de la educación, es la gran calidad humana y profesional y la enorme entrega de muchos y muchas de los/las profesionales que están dispuestos/as a tender una mano en cualquier momento, trabajar más allá de sus horarios, arriesgar, adaptarse a distintas circunstancias a una velocidad de vértigo - como estamos viviendo actualmente - por el mero hecho de enseñar a sus alumnos y con esto, mucho más allá de enseñar contenidos, enseñan esperanza, tenacidad, trabajo...entre otros muchos valores.

    De esta forma, desde el Plan de Acción Tutorial (uno de los planes en los que se articula nuestra labor en los institutos que se basa en la colaboración con los/as tutores/as y la hora de tutoría de la ESO) emprendimos esta iniciativa - llamada finalmente "Cartas al hospital" -  en ambos institutos...una iniciativa que me ha dado mucho más que trabajo - redacción del documento para que los tutores/as se lo enviaran a los/as alumnos/as, escribir los correos para los tutores/as, creación de carpetas en la nube para que los tutores/as me las pudieran enviar, recibir más de 100 cartas entre los dos institutos, con la consiguiente revisión de las mismas para comprobar que cumplían con los requisitos de formato, anonimato, destinatarios no conocidos, etc. y su posterior envío - la reafirmación de que la educación a los/las alumnos/as debe ser el instrumento más valioso que tienen las sociedades para cambiarse a sí mismas, por algo mucho mejor.

    Esta iniciativa concluía en medio de este fin de semana, el tercero del confinamiento, que enfrentaba con un ánimo mucho mejor que la semana pasada, que podemos calificar como la "horribilis" de toda esta experiencia. Creo que a la vez que soy bastante sensible y cualquier evento en mi vida puede provocarme esa montaña rusa emocional de la que os hablaba hace unos días, también me crezco antes las dificultades - quizá como parte de mi "impronta scout" - y suelo salir bastante rápido de esas "descendidas" de la montaña rusa. 

    Quizá por esto en este fin de semana - que se presentaba triste y duro, por la reciente pérdida vivida y el hecho de enfrentarme después a unas vacaciones sin un entretenimiento importante que supone mi trabajo - pude darle un poco la vuelta y dedicarme a intentar pasar más tiempo, si cabe, en familia para animarnos mutuamente que, en estos días, he descubierto que es uno de los recursos más potentes que tenemos. 

    De esta manera, amanecí el sábado animado y con ganas de enfrentarme a mis "quehaceres" mañaneros que, durante los fines de semana y los próximos días de vacaciones, a parte de la compra de la prensa, sacar el perro y comprar el pan, se extienden a comprar algunas cosas necesarias en el mismo establecimiento en el que compro el pan. A la vuelta, me esperaba una noticia que no contribuía al "trabajo emocional" del día, ya que el Gobierno anunciaba que el estado de alarma se extendería, al menos 15 días más...lo cual, para mí suponía doble noticia ya que, al hecho de que se extendiera el estado una quincena más - ya desesperanzadora de por sí - se sumaba que las oposiciones esperadas para Junio de este año, se aplazaban hasta la misma fecha en 2021, con la consiguiente sensación de "tirar a la basura" todo el trabajo hecho hasta la fecha - ¡Dani, vas a ir más preparado!, no es trabajo en vano...ya has adelantado mucho, lo vas a clavar el año que viene, ya verás... - intentaré quedarme con los comentarios que me hace la gente al conocer la noticia.

    A pesar de ello y debido a una llamada de una amiga que actualmente vive en Alemania, mi ánimo no decayó - eso,  y que probablemente ya me esperaba la noticia desde hace unos días...- y me permitió vivir un sábado bastante agradable y desconectado, incentivado por el momento cartas que viví, después de comer, ya que a pesar de que llevabamos dos días no lectivos debido a las vacaciones de Semana Santa aún seguí recibiendo cartas de alumnos que lejos de molestarme por suponer trabajar un día más, con cada recepción de cartas me venía más arriba y me llenaba aún más de esperanza...

    Esperanza por una juventud y adolescencia que esta sociedad se empeña en criminalizar y tachar con adjetivos tales como: vagos, con falta de creatividad, esclavos de las nuevas tecnologías, irrespetuosos, con falta de valores sociales y un largo etcétera que yo me niego a aceptar y, gracias a iniciativas como estas, puedo reafirmar mi postura, ya que, a pesar de encontrarme con cartas que claramente dejan entrever que han sido hechas con cierta dejadez...la gran mayoría muestran compromiso por la causa, la demostración de unos valores sólidos e intención verdadera de apoyar y dar ánimos a aquel/aquella que más lo necesita. 

    En definitiva, he podido redescubrir el gran valor humano - que, he de reconocer que en algún momento me ha llegado a sorprender quizá por el influjo social - que nos empeñamos en arrebatar y reluce en los momentos más necesarios - tanto es así que a día de hoy sigo recibiendo cartas y me estoy planteando un nuevo envío -. 

   Transmitiendo esta experiencia personal que - gracias a mi profesión - he podido descubrir, tengo el firme objetivo de pedir, desde este humilde "escaparate" que supone el blog, que empecemos a confiar un poco en los/as adolescentes y quizá, con nuestra confianza de su lado, y mediante los medios adecuados y atractivos para ellos/as, descubramos cosas alucinantes como las que nosotros/as hemos podido observar con esta iniciativa - ¡Casi lloro, Dani!, Me los como, qué calidad humana...estoy flipando, Me han sorprendido, etc. - eran algunas de las las reacciones que los profesores/as me transmitían estos días.

    Con este subidón de ánimo que esta inicitiva me ha dado en repetidas ocasiones estos últimos días, disfruté una tarde y noche de sábado, como las demás, entre aplausos, charlas familiares y un improvisado "trivial" por la noche.

    El domingo (de ramos) - día que normalmente es bastante tristón - amanecí con mejor ánimo que el resto de domingos vividos en el confinamiento y me dispuse a hacer cosas en casa que normalmente, por falta de tiempo, no puedo hacer...recoger los papeles de la habitación, hacer limpieza de ropa, etc. y tras una mañana bastante activa...me dispuse, de nuevo después de comer, a concluir la iniciativa que habíamos emprendido semanas antes, haciendo el envío a los hospitales a través de correos ,en los que más allá de sumarme a los ánimos y apoyos al personal sanitario y pacientes hospitalizados que transmitían las cartas, quise transmitir también la idea que os comentaba antes sobre la gran aceptación y entrega en la iniciativa por parte de nuestros/as alumnos/as...¡porque ellos/as se lo merecen!.

    De esta forma concluyó nuestra iniciativa y con ella, un fin de semana que dejaba entrever una Semana Santa atípica que viviríamos desde casa y en la que las procesiones, la playa, la montaña, cualquier ciudad de Europa (o del mundo), entre otros destinos que son elegidos en estas fechas para el periodo vacacional, serán sustituidos por dosis grandes de "casa" y "actividades indoor" que seguirán retándonos personalmente y demostrándonos a nosotros mismos que podemos seguir adelante y sobrevivir en las circunstancias en las que nos encontremos por muy inhóspitas que nos parezcan en un principio.

1 comment:

  1. Holaaaaa CAMPEÓN, esta vez mi agradecimiento por tu post es si cabe más intenso, por la intensidad que me despierta su contenido. Me explico: tengo la inmensa fortuna de ser padre de dos hijas, excelentes personas. Ellas suponen para mí desde el día que fueron concebidas, mi mayor fuente de aprendizaje, lo que para alguien como yo (ávido de conocimiento) representa uno de los mejores REGALOS de la Vida. Es maravilloso disfrutar cada día desde hace ya 18 años en el caso de Alejandra y 15 en el caso de Jimena, del gran reto que supone para mí la responsabilidad de ser su Papi. Convencido y decidido de dedicarme a ello en cuerpo y alma, vivo cada uno de mis tropiezos y de mis aciertos (que lógicamente catalogo como tales transcurrido un tiempo) como un capítulo más del fascinante aprendizaje que supone para mí como decía anteriormente. Entre otros muchos aprendizajes en este camino se encuentra el de la empatía,responsable del retorno a mi adolescencia para poder vivir desde dentro sus reacciones en esta crucial época de nuestras vidas.
    Coincido contigo en esa suerte de criminalización que sufre nuestra juventud y por supuesto soy de los que como tú rompen una lanza en favor de la misma. Además de ser nuestro futuro,sé bien que aúnan más conocimiento en todos los campos de la vida y lo que creo que es aún más importante, la grandeza de sus sentimientos. Tienen afortunadamente muy desarrollados "sentimientos" tales como la solidaridad, la bondad, la empatía el altruismo y así hasta completar una lista casi infinita.
    En mi humilde opinión si algo les falta es tener a su alrededor más formadores como tú y muchos de tus compañeros, ahí radica la Gran diferencia, mi generación y las anteriores no tuvieron ese privilegio o mejor dicho se reducía al entorno de nuestro hogar y algunos bichos raros que en forma de profesores participaron en nuestra educación. Considero que es imprescindible estar rodeado de esos "formadores" en todos los entornos del ser humano porque eso nos hace ser cada día mejores personas para el propio beneficio y el de nuestros semejantes. Estamos viviendo un gran ejemplo durante esta pesadilla que protagoniza el compi, de cuánta falta nos hace a muchos de los componentes de ésta sociedad,esos valores que atesora nuestra juventud. Brindo porque los responsables de gestionar nuestros impuestos vean ésta luz y caminemos hacia esa sociedad en la que nadie quede atrás por ningún motivo.
    Un BESAZO ENORME.

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