Tuesday 17 March 2020

Día 2: Incertidumbre.

Un programa educativo que no sé cuando aplicaré, unas oposiciones que no sé cuando haré, una caña que no sé cuando beberé, un abrazo que no sé cuando podré dar, una acampada que no sé cuando podrá celebrarse, una quedada que no sé exactamente cuándo se producirá, un plan que no sé en qué momento podrá desarrollarse...



  Todas estas ideas fluyen por mi cabeza y por la de, seguramente, mucha gente en estos momentos...planes que estaban pendientes, proyectos que han quedado interrumpidos momentáneamente, cañas que se han quedado, de momento, sin tomar, sueldos que no sabemos si llegarán, negocios que es posible que no puedan seguir adelante, eventos que no sabemos si se celebrarán...

  Y es que, nuestra vida ha entrado - como decía un periodista el otro día en la televisión - en un estado de "coma inducido". Nuestro compi nos ha dado al "Pause" sin avisar y no sabemos cuando le vendrá en gana darnos,de nuevo, al "Play", y esta es precisamente mi sensación...la de estar metido en una película que no sé muy bien cuando empezó ni cuando va a acabar pero de la que, día a día, me esfuerzo en convertirla en una fábula para aprender de ella y sacar todo lo positivo que pueda ("optimismo como estilo de vida, Daniel..."- me repito día a día, como un mantra -).

...

  Esta mañana - segundo día de la "rutina de confinamiento" - desperté "raruno" (con una mezcla de cansancio y bajón) , el confinamiento me está permitiendo redescubrir la montaña rusa emocional que puedo llegar a ser (los amantes del zodiaco lo atribuirán a mi signo "geminiano") . Pero, obviando este sentimiento con origen inconsciente, me dispuse a empezar el día lo mejor posible - también algo típico en mí bajo la filosofía de "para estar mejor, haz lo contrario a lo que te apetece" -. Como siempre, saqué al perro y fui a por la prensa...esta vez con menos miedo a que policías camuflados pudiesen aparecer detrás de algun muro o alcantarilla.

   Mi ánimo fue in crescendo a lo largo de la mañana - quizá producto de la lista de temazos que me marco a la vez que trabajo (una de las ventajas del teletrabajo)  y, la verdad que conseguí hacer bastantes cosas de las que pretendía...hoy tocaba rellenar anexos para solicitud al programa de enriquecimiento educativo para alumnos con altas capacidades, diseño de un taller de habilidades sociales, etc.,lista de tareas bastante amena a pesar del caracter "estático" de las mismas al no poder contrastar ideas con mis compañeros/as...al menos por el momento. Debido a varias tareas que no esperaba - y alguna distracción (todo hay que decirlo) - terminé de trabajar a eso de las 15, una hora más tarde de lo que debía, pero bueno...¡¡sorpresa!!...¡¡estoy en casa!! y lo más parecido al "commuting" - como dirían nuestros compañeros ingleses - que tengo que hacer es: apagar el ordenador y cambiar de estancia a la cocina, que no suele ser más de...10 segundos.

  Comimos -esta vez, nada de retales, si no una rica ensaladilla, filetes y croquetas recién hechos - y me dispuse a estudiar bastante animado. En la hora de la siesta - hora en la que mi casa siempre entra en una especie de vacío espaciotemporal, donde luz y sonido se bajan considerablemente para favorecer el sueño de mi familia - comenzó mi aumento al "contador de la incertidumbre" - que ya está bastante colmado - ya que recibimos una (esperada) llamada del médico que le está haciendo seguimiento a mi madre - debido a que lleva unos días con síntomas procedentes de, lo que podría ser, nuestro compi - que nos comunicaba el positivo en la prueba que se hizo ayer, por ser personal sanitario...

   Siempre he sido muy optimista respecto a este virus y más en una persona sana y joven como es mi madre y así quiero que siga siendo, estoy seguro que lo vivirá como una simple gripe - como hasta ahora - y ya está, ella es fuerte y nosotros juntos...más. No obstante y, debido a las informaciones - algunas veces confusas que os comentaba ayer - uno no puede evitar ponerse nervioso..., por no nombrar el riesgo elevado de contagio entre nosotros a pesar del aislamiento que intentamos cumplir a rajatabla en casa. 

   En fin, nuestro compañero ya forma parte de mi familia...¿puedo llamarle entonces "el primo" o "el bro"?...la verdad es que prefiero que no, seguiré con el apelativo que implica cercanía (pero, a la vez, lejanía) compañero...pues este, además, es uno de esos compañeros que saludas por educación al entrar por la mañana al trabajo.

   El contador de la incertidumbre - a rebosar - y yo nos dirigimos a mi habitación a seguir con el estudio hasta que, en una pausa del estudio, miré el whatsapp y recibí la noticia de que la EvAU se aplazaba y, direis "¿qué tienes tú que ver en todo eso?...ya eres un poco mayorcito ¿no?"...pues vereis, actualmente estoy opositando a orientador educativo para conseguir plaza en la Comunidad de Madrid y esta noticia conlleva, muy seguramente, el aplazamiento - en el mejor de los casos - o la suspensión - en el peor - de los examenes, debido a la falta de personal para hacer los exámenes. Un aplazamiento o suspensión que superaremos sin ninguna duda pero hace que te plantees proyectos a futuro o planes a corto plazo...

    El contador de la incertidumbre ya no podía más...¡¡iba a explotar!! en esta tarde tan "movidita" (qué metáfora, ¡y sin salir de casa!), pero entonces eché mano de un viejo amigo, un amigo que como os he dicho antes siempre está ahí hasta en los peores momentos y aunque muchas veces se esconda, siempre termino encontrándole...sí, os estoy hablando nada más y nada menos que de...¡¡EL OPTIMISMO!!, no es fácil llegar a él y hay que trabajarsele pero cuando te llevas bien con él , la verdad es que es muy fiel.

   Fuera metáforas...creo que es uno de los consejos más valiosos que os puedo dar en estos días (pues vaya...y sólo estamos en el segundo día - direis - y yo acudiré al refrán: "lo que bien empieza..."): 

Sed optimistas con todas vuestras fuerzas y trabajaos al que puede ser también vuestro amigo...pensad que todo llegará o todo pasará: el abrazo terminará dandose, la caña terminará tomándose, el programa educativo se terminará aplicando, la quedada terminará teniendo lugar, el virus terminará siendo derrotado y...

LA VIDA SEGUIRÁ SIENDO LA PELÍCULA QUE TODOS QUERÍAMOS QUE FUERA

(Todo ello, además, intensificado por mil por las ganas que vamos a tener de vivirlo)