Hubo un día, el miércoles, día 58 de confinamiento, que esos días nublados dieron paso a, directamente, aguaceros que no invitaban ni a la alegría ni a salir, directamente...pero mi necesidad cuando dan las 20 de desconectar y salir de casa es tal que me lancé a una calle medio vacía - y, por una vez en los últimos meses, no era por el confinamiento - y una lluvia que fue "in crescendo" a lo largo de mi recorrido que me empapo de arriba abajo.
Al principio, me produjo hasta sensación de libertad al agradecer que el paseo fuese -por una vez en toda la semana - solitario y hasta agradecí el fresquito pero cuando iba avanzando en el camino y el frío comenzaba a colarse por mi ropa ya mojada, la cosa empezó a dejar de ser "graciosa", mi ritmo comenzó a acelerar igual que las ganas por llegar a casa y cambiarme.
Además de estas "condiciones externas" que poco ayudaban, de nuevo la pérdida, la muerte y el duelo sacudieron mi día a día, esta vez la abuela de una buena amiga mía nos despedía en estas extrañas circunstancias que hacen que los duelos se interrumpan y dejen sentimientos de desconsuelo, malestar y tristeza que sólo borrará el tiempo.
Este "mejunje emocial" unido a otro "mejunje climatológico" de la semana pasada como os decía, dió paso a una semana apática y con sentimientos de hartazgo, duda por todo, incertidumbre (entre otros) a partes iguales, con momentos de "lucidez" que intentaban huir de todo aquello.
Y, en estos días - y semanas - donde ni lo interior ni lo exterior acompaña, ¿qué hago?. Como seguramente, os he dicho en algún anterior post , tiendo a pensar que pasará y exprimir lo máximo posible esos momentos de evasión y buscarme otros, acompañado de...ELLAS.
Que "¿quienes son ELLAS?" - me preguntarés - pues son mujeres de bandera - como yo digo -, mujeres con gracia y con arte, mujeres con una historia personal detrás que me atrapa y engancha...en definitiva, grandes mujeres con las que a lo largo de mi vida me he topado por diferentes medios (películas, series, Internet, etc.) y que a día de hoy me hacen reafirmarme en la idea de que: "Soy de señoras". A ellas acudo en momentos en los que , como en este confinamiento, me apetece evadirme y huir de la realidad por un rato.
Todas ellas tienen cosas que he podido sacar puntos en común que hacen que me atrape y quiera cada vez más de ellas, lo que me lleva, incluso, a repetir sus vídeos en bucle admirando hasta el último detalle del mismo...una historia personal apasionante (que a algunos puede no parecerle tal pero, al menos, si lo es el relato que hacen de la misma), una forma de ser peculiar- a veces hasta extravagante, producto en ocasiones de la ficción a la que pertecen - que hace querer manera de expresarse tan peculiar que atrapa y dan ganas de ser su amigo/nieto/sobrino para poder disfrutarlas mucho más tiempo.
Estela Reynolds de la mano de la serie de humor LA QUE SE AVECINA. En la segunda temporada de esta serie, se nos presentó a esta extravagante mujer, "Fernando Esteso le chupó un pezón".En definitiva, un personaje muy divertido a la par que odioso que me ha sacado más de una sonrisa.
La primera a la que conocí es a la gran
madre de una de las vecinas del bloque, que viene a pasar "unos diítas" que se convierten en meses y años. Estela es una mujer que vive de los restos de lo que fue o "lo que intentó ser" en el pasado que es, nada más y nada menos, que actriz en la gloriosa época del destape. Momento que repite en inumerables ocasiones remarcando la única escena que protagonizó en una película donde
Otro buen día alguien me recomendó una película que me haría conocerla a ella...Cándida.Un personaje, descubierta en su avanzada edad por los cómicos "Gomaespuma" y llevada a la gran pantalla con una película a la que le daba nombre "Cándida", inspirada esta vez en una historia real. La segunda de "mis mujeres" contrasta con la extravagancia y los aires de superioridad de Estela
, por ser una mujer procedente de un barrio humilde de Madrid con una situación familiar complicada con un hijo discapacitado intelectualmente, otro metido en el mundo de la droga y la tercera que solo ve cuando le traen al bebé para que lo cuide. Cándida es una mujer que a pesar de su drama personal, entrañable y con un carácter que atrapa y engancha por su dulzura e inocencia. Características que deja de lado cuando su familia necesita que les saque de un apuro, que suele ser en bastantes ocasiones debido a las situaciones complicadas que tienen todos/as ello/as.
Siguiendo a "mis señoras" me he percatado de que me gustan las historias sencillas, cercanas a la Julita Salmerón,una mujer nacida en Cuenca, que protagonizó el documental-película sobre su propia vida: "Muchos hijos, un mono y un castillo" bajo la dirección de su propio hijo, que relata la vida de esta fascinante mujer y sus tres proyectos vitales, que dan nombre a esta película.
realidad y que transmiten esa realidad de manera "decorada" y con un toque siempre, muy personal. Esto lo entendereis porque mi próxima "Señora" también está pegada a la realidad...su realidad que lejos de ser sencilla, está llena de peculiaridades, una mujer especial en su manera de ser, una manera de ser que "traspasa la pantalla" y te saca un a sonrisa en cada frase. Os hablo de
A través de conversaciones, momentos familiares y anécdotas se repasa la vida y , en especial, los últimos años de Julita. Gracias a esta película - que he visto como tres veces y volvería a ver encantado- he ido conociendo a esta gran mujer y desentrañando sus gustos, opiniones, impresiones de la actualidad, etc. y, precisamente, me he reencontrado con ella en una cuenta Instagram que su hijo ha abierto para este periodo de confinamiento.
Paquita Salas, personaje de serie creada por "los Javis" y que ellos mismos reconocen en una entrevista que está basada en ese concepto de "señora" que todos tenemos en España con referentes cercanos en nuestras madres y abuelas, en la televisión como Terelu Campos, etc. Paquita es una representante afincada en la Gran Vía que se ha quedado obsoleta y consecuencia de ello, va viviendo la pérdida de "representados" y el declive de su negocio hasta tener que...(SPOILER)...cerrar el chiringuito, para después reabrirlo para intentar "resurgir de las cenizas" con la ayuda de otros personajes peculiares como Magui, su secretaria con una personalidad frágil y protectora hacia Paquita, que para ella es Dios.
Igual de "pegada a la realidad" esta vez por su historia de fracaso, anclada en el pasado es
Esta representante tiene una forma muy visceral de resolver los conflictos, pero siempre fiel a sus ideales, aunque en alguna ocasión le cueste un contrato. A través de los capítulos vamos conociendo distintos aspectos de Paquita como que es una persona fría y que tiende a esconder el sufrimiento para "tirar para adelante".
La última de "mis señoras" (hasta la fecha) es un gran descubrimiento de la cuarentena - por eso la he dejado para el final - una señora a la que a través del canal de You Tube "Mi tía Pepa y yo" donde su sobrino nos obsequiaba con sus vídeos, terminas considerando familia y cogiendola cariño. Hablo de "la tía Pepa", una señora gaditana del "Puerto de Santa María" que, debido a su avanzada edad, vive desde hace unos meses con su sobrino, Tito. A través de los vídeos se nos muestran
conversaciones cotidianas entre ella y su "Tito" en las que recorren el fenómeno de la pandemia y cómo ella lo vive...desde la incomprensión, hastío y hartazgo, sentimientos que le llevan en innumerables ocasiones a insultar a sus familiares de forma muy graciosa, provocando las carcajadas de su sobrino, Tito.
Desafortunadamente, debido a comentarios negativos de internautas y la incapacidad de Tito de sobrellevarlos, este decidió hace unas semanas cerrar el canal. Lo cual, despertó numerosos comentarios de gente que estaba "enganchada" a la cotidianidad con Pepa que se había tornado más amena gracias a ella. A través de los vídeos descubrimos una mujer cascarrabias resultado de la edad, pero que deja "entrever" una personalidad muy cariñosa, apegada a "los suyos", coqueta y sobretodo...muy graciosa y divertida.
A todas ellas - y a pesar de que seguramente no me oirán - gracias primero, por ser tal y como son - real o irrealmete - y por alegrarme/nos tanto siempre pero, en especial, esta época tan complicada. Sólo me queda decir...
¡VIVAN LAS SEÑORAS!
Muy interesante Daniel!!! Un placer leerte en este confinamiento
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