Abril, un mes primaveral protagonizado por lluvias y sol a partes iguales con temperaturas que ya van siendo muy agradables, un mes que "va invitando" a las cañas en las terrazas, al ejercicio al aire libre, a los paseos...un abril que este año se ha mostrado muy diferente...un abril que, ahora que ya casi ha pasado, se antojaba como presente y ausente a la vez, en pausa...
"Abril, has sido raro, atípico, lo siento pero tengo la sensación de que nos debes algo, bueno mejor dihco, que nos debes mucho...el año que viene te esperamos doblemente para darnos todo lo que nos has dejado pendiente"
...
El final de nuestro "atípico" Abril, en estas últimas semanas, han sido una sucesión de los "soplos de aire fresco" que os comentaba hace unas semanas. Una sucesión de "respiros" y "oasis" a la situación que ya hace más de un mes, nos está obligando a vivir, nuestro querido compañero.
Ahora nos enfrentamos a un objetivo claro, el 2 de Mayo, día en el que, por rangos de horas, podremos disfrutar de paseos y ejercicios, todo ello rodeado de -los muy añorados - árboles, sol, parques, edificios...que sustituirán a los muebles, mesas y demás mobiliario y "background casero" que suponían el escenario más usual de la totalidad de las actividades de nuestro día a día...en fin, el exterior vuelve a formar parte - de primeras, de una forma tímida para ir protagonizando cada vez más en nuestros días - hasta llegar a una normalidad que, desde luego, se antoja muy diferente a la que estábamos acostumbrados...una normalidad que, a día de hoy, aún se presenta muy lejana.
Esa situación, ya de por sí desagradable, a la que se le ha unido últimanente el "mar sinfín de trabajo" que me ha tenido toda la mañana y - en ocasiones - gran parte de la tarde, hasta los - ya tradicionales- aplausos a las 8 de la tarde...que ha hecho que esos "respiros" a los que antes me refería cobren aún más significado y supongan más - si cabe - chute de motivación para seguir en un "túnel" en el que ya, al menos, podemos ver la luz de su final.
Una luz "materializada" en una serie de noticias que se van alejando del pesimismo generalizado de los primeros días, que no ayudaba nada a nuestro intento diario de ser optimistas para superar esta situación lo más "airosos" posible. Y es que, hace aproximadamente una semana mientras mi rutina diaria de teletrabajo se desarrollaba con total normalidad en el despacho improvisado de mi salón, mirando por el "rabillo del ojo" la televisión a la que llegaban noticias bastante positivas que relataban que comenzabamos "doblar" esa curva de contagios que tan protagonista ha sido este último mes.
Junto a esa curva también iban descendiendo las muertes, que pasaban de los casi 1000 a los que llegamos en un fin de semana a, en un primer momento...600, 500, 400, hasta llegar a estos días en torno a los 300 que, aunque aún es un dato muy elevado ya es mucho más esperanzador que los datos de inicio.
Con todas estas buenas noticias, como he dicho, el día a día últimamente se ha hecho más fácil, es cierto que la situación, por el momento, era exactamente igual que al principio pero parecía que nos ibamos acercando levemente a lo que parecía ser el final de esta experiencia, con estas sensaciones,los "medidores" de miedo e incertidumbre (al menos los de los míos y los que me rodean...).
Todas estas noticias que nos daban sensación de alivio, en el terreno nacional, iban acompañadas de noticias de la misma naturaleza, en el terreno familiar...pues nuestra rutina diaria daba un vuelco hace aproximadamente dos semanas cuando recibimos el "negativo" de la última prueba PCR a la que se sometía mi madre con el objetivo de reincorporarse nuevo al trabajo.
Esto provocó que, en prácticamente cuestión de dos días, nos encontráramos (mi hermano y yo) con la casa para nosotros en el espacio de la mañana, ya que mi padre también se había incorporado unos días antes a su puesto de trabajo...esto me volvía a producir una sensación "extraña", mezcla de "respiro" por el necesario flujo de gente en la casa y la desconexión de unos y otros, pero por otro lado cierta sensación de "tristeza" o "nostalgia" al pensar que la vida familiar las 24 horas, que nos había permitido revivir esta experiencia, quizá, ya iba a producirse en pocas ocasiones más que las vacaciones juntos...
Sin embargo, esas malas sensaciones en mi mente, duraron poco - producto de la montaña rusa en la que aún me encuentro subido y porque dirigí la atención en otro sentido, ya que todo indicaba que las consecuencias de las noticias esperanzadoras en el ámbito nacional - que antes os indicaba- no tardarían en llegar...y ¡asó fue!, pues en cuestión de días se anunció el cierre de gran mayoría de los hoteles "hospitalizados" de Madrid, la morgue instalada en el Palacio de Hielo o el inminente cierre del Hospital bautizado como "milagro" ubicado en el recinto de Ifema...los "frentes de guerra" iban deshaciéndose, poco a poco...
Además, el gobierno iba acercándose a lo que iba a ser la "desescalada" tomando la primera de las medidas para "desconfinar" a la población: la salida de los más pequeños que llevaban más de unos meses "ente cuatro paredes" una medida que fue polémica antes y después de ser aplicada. Antes, ya que había voces que se cuestionaban esta necesidad de los niños y niñas y lo adecuado que iba a ser ya que a jucio de algunos/as iba a suponer un nuevo repunte de contagios y después dado que las imágenes de lugares públicos llenos de familias se repetían por doquier en las redes sociales acompañadas de mensajes incriminatorios debido a que no habían sido responsables, dando el paseo sin distancia de seguridad y otras medidas necesarias como llevar mascarilla y guantes.
Personalmente creo que la medida fue muy adecuada y que las imágenes que se distribuían por las redes sociales eran "anecdóticas" y no respondían a un comportamiento general...tanto es así que los días posteriores esta situación se relajó bastante.
Niños y niñas junto a familias fuera, quedaba saber cómo iba a ser el proceso de desescalada (fechas, condiciones, actividades permitidas, etc.), atisbo que llegó hace menos de una semana con la grata noticia de que sería el 2 de Mayo el ansiado día en el que (¡por fin!) podríamos salir el resto de la población a dar un paseo o hacer ejercicio.
No obstante, experimentados ya en el terreno de las noticias "fake", tratamos de ser prudentes y no nos hacernos demasiadas ilusiones, hasta que unos días más tarde el Gobierno comparecía para presentar un "plan de desescalada" - que ni el descenso del Everest - en cuatro fases cuyo recorrido en las distintas Comunidades autónomas, dependería de la evolución de los contagios pero que dejaba definitivamente claro que la noticia del 2 de Mayo era cierta.
En definitiva, hemos vivido un final de Abril con sabor a esperanza, que nos anticipa un Mayo de cambios...lentos pero, en definitiva, cambios, que es algo que necesitábamos muy mucho y que si vamos encajando bien y con responsabilidad quizá den paso a un final de Mayo de "renacimiento" en el que poco a poco vayamos instaurando la nueva normalidad de la que hablabámos y que nos dejará un mar de dudas resueltas, ahora pululando por nuestras "cabezas confinadas".
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